Supe de la existencia de Andreas
Moritz a través de mi hermano, que me dejó el libro Los eternos secretos de la
salud. Es un tocho de libro que, la verdad, no he conseguido leer entero y que
tiene gran cantidad de información sobre lo que se debe hacer para estar sano.
Andreas Moritz, para los que no
lo conozcan, era un terapeuta intuitivo, practicante de la Iridiología, el
Ayurveda, el Shiatsu y la Medicina Vibracional. Además, fue el creador de dos
innovadores sistemas de curación Arte Ener-Chi y Santemonia Sagrada, cantos
divinos para todas las ocasiones. Sin embargo, si por algo es conocido Andreas
es por su revolucionario sistema para limpiar el hígado y la vesícula, con el
que según dicen numerosas personas han conseguido recuperar la salud.
Después de leer a Andreas, tuve
varias veces la idea de limpiar mi hígado pero cuando lo consulté se me
quitaron las ganas ya que me dijeron que las técnicas que propone son muy
delicadas y sin control podían producirse complicaciones que yo no sería capaz
de resolver sola.
El otro día mirando las novedades
de El jardín del libro vi que anunciaban el libro Autocuración con la luz
del sol, obra póstuma de Andreas Moritz. ¿Obra póstuma? pensé… Entonces supe
de su fallecimiento en octubre de 2012 por causas que no han trascendido, a los
58 años de edad.
Su muerte me ha dejado con un regusto amargo. Andreas era una persona que
se ganaba la vida curando a otras personas y promoviendo un estilo de vida para
que la gente estuviese sana y él ha muerto con solo 58 años. El misterio que
rodea su muerte no hace sino suscitar más incógnitas sobre si la causa será una
de las enfermedades o dolencias que él decía curar.
¿Dónde queda ahora su
credibilidad y su legitimidad para hablar de salud? A su favor se puede decir
que podemos saber la teoría y no ponerla en práctica o, aun viviendo según esa
teoría, saber que hay alguien por encima de todos nosotros que decide cuándo
nos llega la hora.
En fin, otro día hablaré sobre su
libro Los eternos secretos de la salud que da argumentos para muchos debates. De momento, me voy a pensar si adquiero su obra póstuma.
Adiós Andreas, descansa en paz…
“Tú eres tu mejor terapeuta. Tu único médico está dentro de ti. La
curación duradera viene de tu interior” (Andreas Moritz).
Las personas venimos al mundo con el fin de experimentar determinadas cosas, según el plan de nuestra alma. Que alguien que se dedique a la sanación de los demás pueda morir joven no es una contradicción en sí misma. Si Andreas realizó su misión lo lógico es que se vaya al plano de existencia desde el que vino. No tiene sentido, pues, que queramos por eso restarle credibilidad y menos acusarlo de falta de honradez. Otra cosa distinta, son sus teorías que, lógicamente, deberán ser comprobadas, como todas las propuestas médicas y de sanación, y demostrar o no su eficacia. Hablar de este señor de forma capciosa me parece arriesgado por mucho que hayan cosas de las que hace o dice que me llamen la atención. El mundo de la enfermedad es muy complejo, como compleja es la relación del cuerpo con la mente. Que alguien quiera investigar en el origen y la causa de la enfermedad como lo hizo, según parece, Andreas Moritz me parece digno de encomio. Si es verdad que la ciencia ha avanzado muchísimo, lo que es de agradecer, también es verdad que la enfermedad y los enfermos son una constante en nuestro mundo en el que los hospitales están a rebosar. ¿No nos lleva esto a pensar que quizás haya que cambiar de paradigma a la hora de indagar en el proceso salud-enfermedad?, y ¿no es verdad, por lo tanto, que lo que deberíamos de hacer es introducir más la realidad del mundo del espíritu y el alma para entender de raíz todo esto? Desde mi punto de vista la nueva visión no debiera llevarnos a desvalorizar, ni mucho menos, los logros, muchos e importantes, de la ciencia oficial, pero sí a introducir una perspectiva más amplia sobre el modo de comprender al cuerpo humano y sus trastornos, prevenir enfermedades y también curarlas. La medicina psicosomática se fundamen en esto, y hoy la visión cuántica de la realidad y la interferencia del observador y la mente sobre la materia-cuerpo lo corroboran. No seamos, pues, tan ligeros a la hora de juzgar porque el "misterio" de la enfermedad puede ser más grande de lo que la visión materialista de las cosas señala, sin olvidarnos, como decíamos antes que existe un plan y un sentido, yo así lo creo, en la vida de cada ser humano.
ResponderEliminarPreciosas palabras. En la meditación y una dieta bajísima en carbohidratos...encontré la salud que la medicina no podía ofrecerme...y somos muchísimos! La era de la comunicación expondrá al mundo toda esta verdad y cuando desaprendan la "verdad" que nos vendieron hasta ahora...la gente empezará a sanar.
EliminarPreciosas palabras. En la meditación y una dieta bajísima en carbohidratos...encontré la salud que la medicina no podía ofrecerme...y somos muchísimos! La era de la comunicación expondrá al mundo toda esta verdad y cuando desaprendan la "verdad" que nos vendieron hasta ahora...la gente empezará a sanar.
Eliminar